jueves, 10 de noviembre de 2011

CONFESIONES DE UN SUMISO, 1




Maestro:

"...Solamente lo imaginario convierte
el hacer y deshacer en otra lucidez
osada y trágica. Después,
cuanto quede escrito en las paredes
de los sentidos ateridos será vida secreta,
la única que me pertenece y que puedo siempre
contemplar, temerario y desenvuelto,
como aquel que se inventa una nueva memoria."
Miquel Martí i Pol

Esta es mi vida, la realidad que deseo vivir, mi vida secreta, esa que quiero grabar en mi memoria, esa que quiero entregarle a Usted cómo dueño y señor de mis emociones mas ocultas, mas oscuras, mas deseadas.

El ritmo de una vida vivida para ser entregada a quien tiene la llave de abrir mis sentidos.

Aquella tarde mientras me acercaba a mi cita mi corazón se salía de su órbita, era mi primera cita, era mi máximo deseo. Una mezcla de atracción irreprimible, de miedo, de curiosidad, de amor. Por primera vez íbamos a cruzar nuestras miradas, Mi maestro elegante, superior, altivo y su pobre sumiso. Llevaba mucho tiempo esperando este día, me había entrenado sexualmente como El me había instruido, me había sodomizado, masturbado, entregado siguiendo sus lecciones y para mí todas esas sensaciones que yo vivía en solitario ahora iba a poder contárselas con mis palabras.

Habíamos quedado en un bar del centro de Madrid, yo debía llevar una pañuelo al cuello para reconocerme, cuando entré toda mi vida estallaba en un solo deseo, verle, y allí en la barra le vi, alto, melena, perilla, muy atractivo... me acerqué y me presenté, Soy PJ. su sumiso. En ese momento todos mis músculos, órganos, nervios, células, sangre dictaban armónicos una canción, respiré muy hondo y le dije:
- Soy PJ. su esclavo, su zorra... es para mi un momento muy feliz el poder estar delante de Usted... ahora siento que será suyo.
En este momento mi vida ya no tenía vuelta atrás.
Aquella tarde, lluviosa, oscura como mi alma, salimos debajo del paraguas a cruzar la calle, nos refugiamos en un bar de ambiente, buscamos un rincón para nuestra intimidad.

- Sácame la polla - Su voz autoritaria.

Bajé su bragueta y metí la mano en ese deseado agujero cálido por encima del slip palpé su falo, poderoso, cálido cómo un imán en mi mano. Tanto tiempo deseándolo y por fin podía, al menos tocarlo. Para mi significaba el logro de mi sueño, poder tocar, acariciar Su Falo. Éste crecía poderoso al suave tacto de mis caricias.

- Sácamela.


Continuará....



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