
Y ahora suplico la flagelación de mi cuerpo
mi mente adaptada a cada golpe de tu fusta,
y entre medias de Usted y yo la nada, el vacio
que generan dos cuerpos adaptados y entregados
a una sola obsesión: Hacer el sexo perfecto
y, para ello, uno siempre tiene que vivir entregado
a un mundo que no es mundo es posesión.
De J.P. a Alma.
ainsss cachorro, tú sí que consigues que mi alma reaccione, que se revele ante las adversidades . Estoy dispuesta, hablaremos.
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