


Aquella tarde, cuando llegué, el silencio habitaba la casa, unos gemidos salian de nuestro cuarto, abrí y allí estabas comiéndole la polla a un desconocido, feliz, entregada, mojada, húmeda....Mis sentidos se aturdieron un poco, no sabía si entrar o marcharme, levantaste la mirada y con ella me dijiste "Entra y mira cómo gozo" follasteis delante de mi, sentí como tu cuerpo se aceleraba en cada empuje,ví como tu amante se derramó dentro de ti, salvaje. Y después me dijiste "¿has gozado mi pequeño cornudo?.
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