jueves, 18 de agosto de 2011

LABERINTO

Enseñabas tu sexo impúdica a todos los que pasaban pero a mi me atrapaste en tus redes.
Ascendí hasta tu sexo y me introduje en el laberinto de tu pubis, allí permanecí buscando la entrada al paraiso.
Después de muchos días andando tuve la suerte de encontrarlo, entré despacio, esa era mi recompensa, entrar al Paraiso dentro de mi Diosa.
De pronto un fenómeno extraño me sorprendió. Todo mi ser era succionado hasta el fondo y allí perdí la esencia de mi ser, mi conciencia, poco a poco me fuí diluyendo en Ti,como en un proceso imperceptible pero tremendamente plácido fuí siendo tuyo.
Ahora no sé quién soy vivo pendiente de una razón que no es sino la Suya, la única que siento y que quiero.
Allí recojo el fruto seminal que otros introducen.

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